“DESCONDICIONAMIENTO SOCIAL”

Este título, que parecería no estar referido al arte, es una noción que utilizó el escritor venezolano Juan Lizcano, intentando la comprensión integral del proyecto de creación de Armando Reverón (1989-1954). Observando a Venezuela desde este primer cuarto del siglo XXI, encontramos que Lizcano estaba en lo cierto. A menudo los creadores, si no logran evadirlo, terminan siendo una consecuencia de la cultura, inteligencia, o la carencia de ellas; de sus sociedades y mas específicamente de las elites que determinen las artes, la investigación y la creación en estos contextos. La sociedad en la que se conformó el fenómeno Reverón, es una realidad sumamente compleja, sumida en las luchas y procesos de poder, con una secuencia de guerras internas que van desde la independencia, pugnas regionales, guerra federal, revolución restauradora, golpes de estado y mas. La cultura de nuestro país, como la de toda Latinoamérica, estaba regida por modelos y comportamientos franceses o norteamericanos según el momento. Es en ese contexto que la noción de “descondicionamiento social” toma su sentido pleno. Ese artista, cuya fecha de nacimiento. 10 de mayo, es tomada como Día Nacional del Artista Plástico, que, siendo seguramente el artista plástico y pintor mas extraordinario de nuestra corta historia, es mas que todo eso; es el creador de un mundo alterno a esa sociedad que le toco en suerte. Todas las acciones que el despliega desde su traslado a Macuto (1919- 1920) están orientadas a fundar esa otra dimensión, cargada de un imaginario liberador y trascendente, que descondicionado del modelo de sociedad que era el país, le permitiera darle existencia a su proyecto, a su sueño. El Castillete, ese patio con la pequeña pileta, la torre y el espacio interior, Las pinturas, los objetos, Juanita, las plantas, las aves, además la latitud, la temperatura y la luz, fue el escenario. Entrar a ese espacio, era participar de la ruptura del espacio y el tiempo del país y la sociedad que veníamos siendo, quedando como cautivados por el accidente que propicia la creación. Mas que la producción de objetos, los grandes creadores problematizan la realidad y nos proponen mundos alternos, rupturas en el espacio y el tiempo de sus sociedades. Eso fue Armando Reverón, maestro y ejemplaridad fundamental para el arte y la cultura de nuestro país.

Zacarías García