Steve es un fotógrafo profesional autodidacta. En el fondo, es un entusiasta de la astrofísica. Mirando un globo lunar y los diarios LIFE sobre las misiones Apolo cuando era niño, se enamoró del vuelo y de cómo las leyes de la física determinan la naturaleza de los cuerpos celestes. Practicando golf de adolescente, aprendió paciencia y flexibilidad, ojo para el detalle, composición y patrones visuales, habilidades paradójicamente inherentes a la fotografía. Sus paseos silenciosos por el campo de golf tendieron un puente intuitivo entre nuestro mundo macroscópico a gran escala, lleno y ordenado de certezas, ruido y razonamiento, y el mundo distante de lo muy pequeño, donde la nada no está vacía. Gobernado por un conjunto totalmente diferente de leyes físicas, el mundo de la cuántica lo hipnotizo. Cómo algo puede nacer de la nada y la materia puede atravesar la materia, alimentó su imaginación y se convirtió en el terreno fértil para su paisaje y astrofotografía muchos años después.
Steven Warner nació en Sydney (Australia) en 1972. Empezó a hacer fotos a principios de los 90 con el equipo de sus padres. Al principio, el tema y la técnica no eran tan importantes como entender cómo funcionaba su primera cámara de disco; sin embargo, recuerda los espectáculos aéreos como la ocasión perfecta para hacer fotos. En su mente, volar cuestionaba el rígido mundo del reloj, de la vida cotidiana, con el reflejo de lo que mantiene unido al universo en el espacio antes que en el tiempo. De vez en cuando, la fotografía resurgía en un intento de fusionar su experiencia vital con la técnica, pero no fue hasta 2016, cuando se mudó a Adelaida, cuando la fotografía se convirtió en el medio elegido para su
expresión creativa.
El paisaje y la astrofotografía de Steve Warner sugieren que nada está fijo en un solo lugar. Bajo la tutela del embajador de Cannon Steve Huddy, Steve participó en varios eventos colectivos de Cannon en Adelaida y su serie Horizon straight en 2019 fue presentada e incluida en la colección permanente del Instituto Smithsonian de Nueva York. "Tal vez nuestro universo sea de una existencia anterior, un ciclo de renacimiento formado en colisiones violentas con otros universos, seguramente matemáticamente es plausible que existan multiuniversos", comenta a menudo en relación con las sesiones de astrofotografía.
Como un físico en el mundo de los átomos y los electrones, el objetivo de Steve no habla de certezas, sino de probabilidades. Ve la fotografía como un sistema de coordenadas abstractas que captan magnitudes físicas como el tiempo, la posición, el impulso y el giro, resumiendo una extensión natural de su larga pasión por la astrofísica. La larga exposición, la profundidad de campo y el desenfoque de la textura en ciertas zonas desenfocadas de sus perspectivas asimétricas se hacen eco de un camino personal, una percepción selectiva del cosmos que nos recuerda que el universo sigue expandiéndose desde el principio y que la vida tal como la conocemos está intrincadamente entretejida con las estrellas.
Jocelyn Lugo
Coordinadora Internacional Iartes
December 2022
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